Rossini y su ópera. Innovador y con buen gusto.

Hoy toca hablar de uno de los compositores de ópera más importantes de la historia de la música: Gioachino Rossini. Su gran longevidad de vida (76 años), teniendo en cuenta la época, le permitió conocer a diferentes compositores y las características de su música dejaron un legado importante en la producción de óperas venideras.

Algunos datos biográficos

Italiano nacido en 1792 que compuso, nada más y nada menos, 39 óperas. Teniendo en cuenta que componer una ópera supone realizar una superproducción de texto, música y puesta en escena, podemos decir que Rossini fue muy prolífico componiendo.

Rossini viene de familia de músicos: su padre era trompetista y su madre cantante. Empezó a componer pronto, a la edad de 12 años, mientras se educaba en la escuela de música de Bolonia.

Fue en Lugo, ciudad italiana cerca de Rávena, donde estudió trompa con su padre y otra música con el sacerdote Giuseppe Malerbe, cuya extensa biblioteca contenía obras de Joseph Haydn y Wolfgang Amadeus Mozart, ambos poco conocidos en Italia en ese momento, pero inspiradores para el joven Rossini.

Gioachino Rossini, fotografiado por Étienne Carjat, 1865

Estrenó su primera ópera a los 18 años en Venecia y, desde entonces, se dedicó a escribir ópera y a dirigir teatros en Nápoles.

Su estilo fue muy bien acogido por el público por su innovación en la melodía, el color armónico e instrumental de sus composiciones y por su forma dramática.

Además de las óperas se inmiscuyó sutilmente en el repertorio sacro y compuso canciones y música de cámara para voz y piano.

Sin embargo, fue con la ópera con la que consiguió sus mayores éxitos y la oportunidad de realizar giras en Londres y París. El “fenómeno fan” fue habitual en aquellos sitios donde viajaba, levantando una enorme euforia en el público del momento. Esto le permitió codearse con la alta burguesía y la realeza, a la vez que mantenía contacto con los compositores más importantes de la época.

La ópera de Rossini

Tuvo facilidades para representar su primera ópera, tal y como dijo el propio compositor, gracias al Teatro San Moisè: “Todo tendía a facilitar el debut de un compositor novato”. Esta primera ópera que se representó en 1810 fue El contrato de matrimonio, una comedia en un solo acto. Le pagaron muy bien por ella.

Dos años después de este primer éxito, Rossini estrenó La piedra de toque en el teatro La Scala de Milán. Fue tan aceptada por el público italiano que se llegó a representar hasta 53 veces más. Desde entonces pasó a ser el compositor más importante de Italia.

El estilo operístico de Rossini, por un lado, rechaza la tradición del viejo sistema del drama musical siglo XVIII buscando la innovación audaz, y por otro lado acepta a la vez un ideal clásico de las reglas tradicionales de la música. Supo encontrar el equilibrio entre estas dos vertientes, estableciendo un lenguaje que está excluido de toda complejidad.

Su música presenta un ritmo regular y juega con los diferentes timbres instrumentales que desembocan en su célebre crescendo. Además, plasma en la partitura toda la línea vocal, dejando poco margen a la improvisación. Esta “vocalidad” es uno de los rasgos fundamentales de su obra a partir de la que se constituye la estructura de sus óperas.

Más allá del texto Rossini desarrolló un estilo de canto de gran virtuosismo, que con el tiempo llegaría a conformar el estilo conocido como “bel canto”.

Para hacernos una idea de las innovaciones que introdujo Rossini en la ópera, os dejo por aquí una frase de Héctor Berlioz:

“Cinismo melódico, su desprecio por lo dramático y el buen sentido, su repetición interminable de una sola forma de cadencia, su crescendo pueril eterno y su percusión brutal”

Héctor Berlioz

Tipos de óperas

Es importante destacar los dos géneros operísticos principales que manejó el compositor:

  • Ópera seria: Rossini transformó la ópera seria del siglo VIII en melodrama debido a su afán por conectar con la clase burguesa de la época. Propuso finales felices para sus dramas, desmarcándose así de los finales luctuosos de las óperas dieciochescas. Además, fue en este género donde más innovó con la orquesta, utilizando grandes formaciones con una importante sección de vientos y manejando ritmos vivaces. Elimina las arias da capo y los recitativos acompañados únicamente por el clavecín, e introduce un elemento que sólo se veía en las óperas bufas: la scena esto es: recitativo, aria y cabaletta, algo que se seguirá haciendo durante todo el romanticismo.
  • Ópera bufa: Son óperas basadas en la comedia. Rossini desplegó con este género (que ya en su día manejó Mozart) toda su creatividad y generó perfecta sintonía con los gustos de la época. Utilizó las voces bajas (barítonos, bajos, mezzosopranos y contraltos), dando a sus obras un sello inconfundible. Uno de sus mayores éxitos en este género fue su ópera El barbero de Sevilla.

Algunos datos curiosos

No podemos acabar este post sin comentar algunos datos curiosos de un compositor considerado un hombre jovial y muy técnico.

Coincidió con Beethoven durante su estancia en Viena. El compositor alemán le alentó a que centrara su producción en la ópera bufa ya que le veía más capacidades que para la ópera seria. Hay que destacar que ambos compositores eran muy diferentes a pesar de ser coetáneos. Rossini era un portento utilizando la melodía en sus composiciones, todo lo contrario que Beethoven que destacaba por la profundidad de sus obras y el uso que le daba a la armonía.

Entre sus óperas más conocidas se encuentra Guillermo Tell. Una obra compleja y muy ambiciosa que compuso tras instalarse en París. Se dice que esta obra fue precursora del Romanticismo y la música nacionalista.

El barbero de Sevilla es una de las óperas más representadas en el mundo en la actualidad, entrando el top ten de las obras más famosas de este género. Relata la trilogía de Fígaro, obra del dramaturgo francés Pierre Beaumarchais, que también sirvió de historia para la ópera Las bodas de Fígaro de Mozart. El nombre original que le dio Rossini fue Almaviva, ya que existía otra con el nombre de El barbero (del compositor Paisiello) que ya gozaba de éxito. Sin embargo, la obra de Rossini acabó destacando y tomó el nombre con la que la conocemos hoy día.

Le Barbier de Séville (Paris: Dentu) 1884

Pese a su éxito como compositor de ópera, Rossini se retiró de la composición con 37 años. El compositor se sentía incapaz de competir con los talentos jóvenes, que imponían un nuevo lenguaje inaccesible. Las revoluciones de Wagner y Verdi le movieron a retirarse del mundo de la ópera, aunque hubiese contribuido a gestar sus obras de manera indirecta.

Cuando Rossini abandonó la música, se dedicó por completo a la gastronomía. Le encantaba disfrutar del placer de la comida, unido su faceta de burgués en los “sábados musicales”. En estas jornadas, donde siempre cenaban 16 invitados cuidadosamente escogidos entre príncipes, literatos y estadistas, rebosaba el lujo en la vajilla, la decoración y las especialidades culinarias.

Olympe Pélissier en 1830 – Horace Vernet

En estos “sábados musicales”, Rossini hacía gala de su sentido del humor y era muy querido por ello. Amaba a su mujer, Olympe Pélissier, y le sacaba de quicio que uno de sus invitados no le devolviera los cumplidos a su querida, amenazando a tacharlos para siempre de la lista de dichas reuniones. Hay que tener en cuenta que uno de los fines de tan selectas quedadas era ubicar a su esposa entre la sociedad de París.

Es de destacar que la invención (o perfeccionamiento) del canelón se atribuye a Rossini, que además de tener muy buen gusto en su paladar, era un excelente cocinero. Los cannelloni alla Rossini originales eran rellenos de carne o pollo con foie gras, champiñones o trufas y vino dulce o fortificado y bañados con bechamel, queso parmesano y/o ralladura de trufa.

Cannelloni alla Rossini

Así que, ya sabéis, después de leer este post lo mejor que puedes hacer para salir de tu habitual rutina de Netflix y palomitas es ponerte una ópera de Rossini y acompañarla con la deliciosa receta de sus canelones, no olvidando nunca una buena copita de vino como le gustaba al compositor.

Espero que te haya gustado el post. Para más “info” sobre la receta, deja tu comentario…. ¡Hasta la próxima!

Miguel Rodriguez

Director, divulgador musical y pianista.
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