5 piezas para empezar a tocar el piano clásico

Entre mis alumnos de piano de los primeros cursos, siempre es un tema recurrente que piezas clásicas recomiendo para empezar a tocar el piano

Una vez que se ha introducido el funcionamiento del instrumento mediante diversos métodos y los alumnos han comenzado a tocar las pequeñas piezas propuestas en ellos, no tardarán en reclamar tocar algunas de sus obras de música clásica favoritas.

Por experiencia, cuando propones que te sugieran lo que les apetecería tocar, éstos se van a los “grandes hits clásicos”. No pueden faltar entre las propuestas: Para Elisa (Bagatela WoO 59) de Beethoven, Claro de Luna de Debussy, Nocturnos de Chopin, Gymnopédies de Satie, etc. Estas piezas pueden quedar aún un poco fuera de su alcance debido a dificultades técnicas y/o musicales.

Puedes recurrir a arreglos más fáciles de las mismas con tal de que el alumno no pierda la motivación en su formación pianística. Pero lo ideal es que el acercamiento a la clásica se realice a través de partituras originales, aunque menos conocidas, pero de gran calidad.

A continuación, te dejaré un listado de 5 piezas para piano que pueden ser buena opción para iniciarse en la clásica, sin tener que prescindir de partituras originales.

Ten en cuenta que existen infinidad de ejemplos posibles, así que la selección la he hecho con algunas de las que más propongo a los alumnos, acompañadas por un video en el que las interpreto para que sirva de ayuda.

Listado de 5 piezas de piano para principiantes

Comenzamos con estas 5 obras con las que puedes comenzar a tocar el piano y familiarizarte con el instrumento a través de la música clásica.

MUSETTE DE BACH

Con su nombre completo Musette en Re mayor BWV Anh. 126, esta pequeña pieza es muy buena para iniciarse en la música del compositor alemán.

Se trata de una obra estructurada en dos partes, donde se repite la primera para finalizar. Su forma por tanto es tripartita: A-B-A.  

La mano izquierda es muy sencilla de leer, puesto que casi todo el tiempo hace un obstinato de octavas partidas. La dificultad aquí radica en no generar tensión al tocar esta sucesión de corcheas. Si el alumno no llega con facilidad a la distancia de octava, es aconsejable que lo toque balanceando la mano de izquierda a derecha, respectivamente, sin llegar a conectar las notas.

Esta mano izquierda trata de imitar una nota pedal que es característica del instrumento del cual la composición toma el nombre de musette, también conocido como cornamusa (una especie de gaita, a la que estamos más familiarizados).

Cornamusa tradicional
Cornamusa tradicional

La mano derecha, mientras tanto, lleva la línea melódica con muchas semicorcheas a modo de tiratas y ornamentación

La dificultad de esta pieza son los saltos que tienen que realizar las manos desde registros externos hacia el centro del teclado, y viceversa. También es una buena obra para trabajar la precisión rítmica y la claridad en el ataque de las notas rápidas.

Mussete in D BWV Anh. 126 – J.S. Bach

SONATINAS DE CLEMENTI

Clementi fue un reconocido pianista del Clasicismo, allá por la segunda mitad del siglo XVIII. También fue compositor y constructor de pianos

Como curiosidad, me gustaría destacar que Clementi se batió en duelo pianístico con Mozart, bajo la mirada del emperador José II, en Viena. Posteriormente, Mozart escribía a su padre:

«Clementi toca bien, tanto como la ejecución que su mano derecha le permite. Su mayor potencial reside en sus pasajes en terceras. Aparte de eso, no tiene el valor de Kreuser en cuanto al gusto y la sensibilidad — resumiendo él es muy técnico.»

«Clementi era un charlatán, como todos los italianos.»

A pesar de estas frases, Mozart tenía impresiones positivas de él, pero es cierto que la historia no le ha tratado tan bien como al genio de Salzburgo. 

Quizás sus obras no se encuentren en los conciertos habituales de piano a los que solemos asistir, pero pose piezas que son de mucho interés para un acercamiento temprano a la escritura clásica

Sus 6 Sonatinas op. 36, ofrecen al alumno la posibilidad de acceder a la forma sonata de manera reducida, pero sin prescindir del estilo de la época y encontrando una partitura bien estructurada y con diferentes recursos técnicos que no exceden las posibilidades de un estudiante novel.

La dificultad de las sonatinas va in crescendo a la vez que el número aumenta. Por eso, aquí mi propuesta para iniciarse es la Sonatina op. 36, nº 1. Como digo, cualquiera de ellas son buena opción, solamente hay que prestar atención a las necesidades e interés del alumno.

Sonatina Op. 36, n.1 – M. Clementi

ESTUDIOS DE BURGMÜLLER

Un poco posterior a Clementi, aunque llegaron a ser coetáneos, encontramos a Johann Friedrich Franz Burgmüller. 

Con un estilo clásico, aunque con tendencias románticas en las ideas y usando la forma canción en casi todas los Estudios op. 100, este compositor es ideal para proponer a los alumnos de los primeros años de piano. 

Sus estudios son pequeñas piezas muy fáciles de escuchar para cualquier aficionado al piano. Los alumnos rápidamente le cogerán estima y querrán tocar más de sus obras, lo digo por experiencia. 

El propio título de las piezas que aquí propongo, 25 estudios progresivos op. 100, dan una muestra del carácter pedagógico que tiene la obra de Burgmüller. La elección de la pieza en concreto que tocar, solo residiría en los avances que vaya mostrando el alumno con su trabajo diario.

Para que sirva de ejemplo, aquí dejo mi interpretación de uno de los estudios más conocidos, el nº 2: Arabesco.

ALBUM DE LA JUVENTUD OP. 68 DE SCHUMANN

Quizás, esta propuesta sea la más compleja que voy a dejar en la selección. La música de Schumann siempre tiene un grado de dificultad y comprensión alta, aunque esta esté pensada para los pianistas jóvenes, como es el caso.

No obstante, creo que el op. 68 del compositor alemán puede hacer crecer considerablemente el manejo del instrumento y la musicalidad del estudiante, si se aborda a su debido tiempo. Lo ideal sería trabajar estas piezas una vez que se tiene algo más de bagaje, por ejemplo, habiendo tocado antes el resto de las aquí propuestas. 

Aún así, la colección del op. 68 tiene, al igual que los estudios de Burgmüller, diferentes grados de dificultad que sería conveniente valorar antes de entrar a su estudio. El consejo, por tanto, de un profesor experimentado es fundamental para ello.Me es difícil escoger una de las maravillosas piezas que esta colección posee, así que dejaré por aquí una de las más conocidas: Fröhlicher Landmann, o en castellano¸ El campesino alegre.

El campesino alegre – R, Schumann

30 PIEZAS PARA NIÑOS DE KABALEVSKY

Para finalizar esta selección de piezas para empezar a tocar el piano, me decanto por esta colección de piezas “para niños” del compositor ruso Kabalevsky. He entrecomillado lo de “para niños” porque eso no significa que no lo puedan tocar adultos, ni mucho menos. Es una forma de decir que es para pianistas noveles, que por lo general suelen ser niños, aunque cada vez más adultos comienzan sus aventuras al piano en la actualidad (pasa exactamente lo mismo con la mencionada anteriormente de Schumann).

Me parece muy interesante no solo relacionar la música clásica con el estilo clásico o romántico. A medida que avanzó la historia de la composición, el lenguaje se fue modificando según los gustos de la época y la creatividad de los compositores

Quizás, para empezar no he propuesto demasiadas obras del siglo XX para que el estudio sea muy claro en favor de la armonía tradicional. Sin embargo, es de vital importancia añadir música del siglo XX para que el estudiante de piano se vaya acostumbrando a nuevas sonoridades y recursos técnicos

Esta colección de 30 piezas breves de Kabalevsky puede ser un buen acercamiento. Además, la que aquí propongo, Ditty, es muy asequible, siendo su mayor dificultad la lectura de alteraciones accidentales y la digitación de notas dobles.

Ditty – D. Kabalevsky

Sobre el repertorio contemporáneo

Con respecto al tema de abrirse al repertorio contemporáneo para empezar a tocar el piano, con el estudio inicial de métodos por parte del alumno, siempre me gusta incluir partituras del Játékok de Kurtag. Es un método que parte de la intuición de un niño al que se le sienta delante de “un cacharro con teclas blancas y negras”. El propio título en húngaro hace referencia a la palabra “juegos”, que viene a remarcarnos la importancia de aprender jugando.

Hasta aquí esta selección subjetiva de posibles piezas que pueden ser interesantes para este inicio a la música clásica. Espero que los videos te sirvan para tener una visión más concreta de cada una de ellas.

Si te interesa este tema de la pedagogía del piano, así como si quieres proponerme alguna otra, o hacerme llegar una sugerencia, no dudes en dejarme un comentario aquí abajo.

Miguel Rodriguez

Director, divulgador musical y pianista.
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